jueves, 30 de abril de 2015

Proceso de Fabricación. Introducción



PROCESO DE FABRICACIÓN


El proceso de fabricación de la cerveza se compone de una serie de pasos que prácticamente no han variado, en lo sustancial, sí tecnológicamente, a lo largo de la historia.



Fabricación de cerveza en el neolítico ibérico según los descubrimientos arquológicos y la descripción en documentación histórica.

Industria cervecera en la actualidad


 
En conexión con la industria de la fabricación de cerveza se desarrollan otra serie de actividades tanto agrícolas como industriales y de investigación biotecnológica. Por un lado se lleva a cabo el estudio y desarrollo de cebadas mejoradas para su aplicación en cervecería. Por otro se estudia la mejora vegetal del lúpulo y la extracción de derivados adecuados al procedimiento cervecero. La maltería constituye una industria independiente dentro del ramo agroalimentario. Se investiga en la obtención de cepas de levadura con características específicas. La biotecnología se ocupa también de la producción de enzimas para la mejora de los procesos cerveceros y la industria química desarrolla aditivos y coadyovantes con el mismo objetivo.

La industria de la cerveza generó en España en 2013 (último informe del sector cervecero) un volumen total de ventas de aproximadamente 15.000 millones de euros lo que supuso una recaudación por IVA de unos 3.000 millones.

En cuanto a la materia prima, considerando sólo la cebada, cabe decir que España es el quinto productor mundial. El cultivo de cebada supone en España el 60% de la superficie de cultivo de cereales concentrándose prácticamente la mitad en Castilla León y Castilla La Mancha.


La elaboración de la cerveza se inicia con el malteado. Consiste en hacer germinar el grano de cereal y posteriormente secar dicho germinado con calor, obteniendo la malta. La maceración es el siguiente paso, consiste en dejar la malta en agua caliente para que los azúcares se disuelvan. A continuación hay que filtrar este mosto así obtenido y cocerlo, proceso en el que se añade el lúpulo, ya sea antes, durante o después de la cocción lo que requiere un nuevo filtrado ya sea por centrifugación o membranas. El líquido obtenido debe ser enfriado rápidamente y puesto a fermentar mediante la adición de las levaduras seleccionadas para ello. Finalizado este último proceso, la cerveza ya elaborada se clarifica por filtrado o centrifugación y se guarda en ambiente frío durante el tiempo necesario para que se desarrollen los sabores característicos. Finalmente se procede si fuera necesario a la adición de gas carbónico, su envasado y pasteurización. A lo largo de todo el proceso se añaden los coadyuvantes necesarios en la etapa correspondiente.


Esquema simplificado del proceso industrial de fabricación de cerveza




Imágenes

Gráficos: Miguel Juanco. Licencia Creative Commons uso no comercial.

Las imágenes que aparecen en los gráficos obtenidas de Wikicommons con licencia de reutilización.


martes, 28 de abril de 2015

Ingredientes (V). Adjuntos.



Adjuntos

Se llaman adjuntos a todos los componentes amiláceos que estando permitidos se añaden a la cerveza además de los principales, agua, lúpulo, levadura y malta de cebada. Si repasamos la norma de la Reglamentación Técnico Sanitaria del Real Decreto 53/1995, vemos que estos otros componentes sólo podrán ser “productos amiláceos transformables en azúcares por digestión enzimática”. Esto por supuesto no excluye otros aditivos, que en cantidades mínimas pueden añadirse para obtener o corregir las propiedades deseadas. Toda industria cervecera, no nos engañemos, para conseguir el sabor y aroma uniforme en toda la producción, necesita el uso de enzimas correctoras y aditivos. De otro modo, debido a la variabilidad natural de los ingredientes utilizados, a pesar de las exigencias de calidad sobre las materias primas, sería imposible obtener dos lotes iguales aunque siguiéramos la receta estrictamente.

Productos amiláceos

Un producto amiláceo es un compuesto que contiene mayoritariamente almidón, un polímero de la glucosa. Este polímero puede tener dos estructuras, una lineal denominada amilosa y otra ramificada llamada amilopectina. La amilosa está constituida por cadenas largas de unas 1000 a 2000 unidades de glucosa. La amilopectina está formada por cadenas de unas 24 a 30 moléculas de glucosa que son el eje principal del que se ramifican otras cadenas que a su vez se ramifican también, pudiendo alcanzar polímeros de 2000 a 3000 moléculas. El almidón se encuentra en los cereales y los tubérculos y está constituido por un 20-30% de amilosa y 70-80% de amilopectina dependiendo de la especie y variedad.



Es lógico por tanto que los adjuntos utilizados en cervecería sean o bien la propia cebada sin maltear o bien otros cereales, ya sea en forma de maltas o de granos crudos, y las féculas. En España se utilizan fundamentalmente el arroz y el maíz como fuentes de almidón suplementario, en la fase de maceración, con objeto de reducir el contenido en proteínas y leucoantocianinas, respecto al uso de otros cereales, para evitar el enturbiamiento posterior. Aunque técnicamente no es un producto amiláceo, también se usa el azúcar ya sea procedente de la sacarificación del maíz, o de caña  o bien la maltosa en forma de jarabe, en la fase de cocción.

La adición de otros cereales crudos, distintos al principal, para aumentar el grado alcohólico de la cerveza es conocido de antiguo. Está suficientemente documentado el uso del trigo, incluso como sustituto de la cebada dando lugar al estilo propio de las cervezas de trigo. En América, desde la colonización española, se buscó utilizar cereales autóctonos para elaborar localmente cerveza y no depender tanto de las importaciones. Se observó que los indios utilizaban el maíz y la yuca para elaborar una bebida similar a la cerveza, desde entonces se investigó sobre el uso del maíz tanto como aditivo, como sustituto de la cebada. En torno a 1850, cuando la industria cervecera comenzaba a expandirse, el uso de maíz como adjunto era muy habitual.

Hoy en día se estudian diversos cereales como el mijo o el sorgo no sólo como adjuntos sino como cereal básico para su elaboración, fundamentalmente en países donde se producen abundantemente. En España sólo se permite hasta un 30% de cereal no malteado, que puede ser la propia cebada por supuesto. Algunas marcas destacan el hecho de utilizar únicamente malta como producto fermentable.

Los adjuntos pueden utilizarse en estado sólido o líquido. Los líquidos, fundamentalmente en forma de jarabes, son frecuentemente proporcionados por el proveedor en este estado y facilitan el proceso de utilización. Si se obtiene el líquido en la propia cervecería partiendo del grano, se cuece en calderas aparte, tras molerlo hasta formar una sémola o bien una harina, se obtiene así un mosto ya sea por ebullición o por decocción, según la técnica definida por el maestro cervecero. Lo que se quiere conseguir es la mayor cantidad de almidón y la menor cantidad de otras sustancias del cereal posibles. A este caldo se le suele añadir una pequeña proporción de malta para que la a-amilasa que contiene degrade parcialmente el almidón dando glúcidos de menor tamaño.

Coadyuvantes y aditivos

Además de los componentes principales, toda cervecería requiere del uso de sustancias que mejoren tanto el proceso productivo como el producto final. Por supuesto que todos ellos deben estar autorizados por las autoridades competentes en seguridad alimentaria y respetar los límites máximos autorizados. En España este aspecto se regula por la Reglamentación técnico-sanitaria, que establece que “podrán utilizarse los aditivos que figuran en la Resolución de 2 de diciembre de 1982 (rectificada), de la Subsecretaría de Sanidad, por la que se aprueba la lista positiva de aditivos y coadyuvantes tecnológicos para uso en la elaboración de la cerveza («Boletín Oficial del Estado» de 21 de enero de 1983)” y el Real Decreto 1477/1990, de 2 de noviembre, por el que se aprueba la reglamentación técnico-sanitaria de los aromas que se utilizan en los productos alimenticios y de los materiales de base para su producción. Texto consolidado Última modificación: 16 de enero de 20041

l. Aditivos.

1.1 Colorantes:
Caramelo E-ISO: BPF*.

1.2 Antioxidantes:
Anhídrido sulfuroso y productos que lo generan E-220
(El contenido total de SO2 en el producto terminado no
sobrepasará los 30 mg/l).
Acido ascórbico E-300: BPF.
Ascorbato sódico E-301: BPF.

1.3 Estabilizantes:
Algíuato de propilenglicol E-405: (80 mg/l).
Carragenatos E-407: BPF.
Goma arábiga E-414: BPF.

II. Coadyuvantes tecnológicos.

2.1 Filtrantes y clarificantes:
Celulosa.
Carbón activo.
Tierra de infusorios.
Tanino.
Albúmina.
Gelatina alimenticia.
Bentonitas.
Alginatos.
Dióxido de silicio amorfo.
Caseína.
Queratina.
Poliamidas.
Polivinil pirrolidona insoluble.

2.2 Preparados enzimáticos:
Proteolíticos
Amilolíticos especialmente autorizados para este fin.
*BPF: Cuando según el Codex Alimentarius la cantidad no se define en la norma si no en las Buenas Prácticas de Fabricación del propio Codex:
  1.  la cantidad de aditivo añadido al alimento se limitará al nivel más bajo posible necesario para alcanzar el efecto deseado;
  2. la cantidad de aditivo que se convierte en un componente del alimento como resultado de su utilización en la fabricación, elaboración o envasado del alimento y que no está destinada a lograr un efecto físico o técnico en el propio alimento debe ser tan reducida como sea razonablemente posible; y
  3. el aditivo se debe preparar y manipular de la misma forma que un ingrediente alimentario. "


Estos compuestos se agrupan en dos grandes clases. Los encaminados a facilitar los procesos tecnológicos o coadyuvantes y los que se utilizan para estabilizar el producto final o potenciar alguna característica del mismo llamados aditivos.

Coadyuvantes tecnológicos

La Unión Europea define lo que debe y puede considerarse como un coadyuvante tecnológico 2 y por tanto es de aplicación a todos sus países miembros.

«coadyuvante tecnológico», toda sustancia que:

i)      no se consuma como alimento en sí misma,
ii)  se utilice intencionalmente en la transformación de materias primas, alimentos o sus ingredientes para cumplir
un determinado propósito tecnológico durante el tratamiento o la transformación, y
iii) pueda dar lugar a la presencia involuntaria, pero técnicamente inevitable, en el producto final de residuos de la propia sustancia o de sus derivados, a condición de que no presenten ningún riesgo para la salud y no tengan ningún efecto tecnológico en el producto final;



Las enzimas

Entre los coadyuvantes utilizados para favorecer algún paso del proceso cervecero, sin duda las enzimas son “las estrellas” tecnológicas. Las transformaciones fundamentales que tienen lugar en el desarrollo de una cerveza están reguladas por enzimas. La germinación de la cebada es un proceso enzimático. De hecho el malteado tiene como una importante consecuencia liberar las enzimas que actuarán en la transformación del mosto en un líquido susceptible de ser fermentado. La propia fermentación es un fenómeno enzimático.

¿Podríamos por tanto, transformar directamente almidón en cerveza, mediante la adición de las enzimas adecuadas? Bueno, el proceso cervecero es mucho más complejo que esto, pero sin duda, así podríamos obtener alcohol industrial. Se está estudiando la forma de utilizar sólo las enzimas de levadura para fermentar el mosto, pero recordemos que de momento la utilización de estos hongos unicelulares es una exigencia normativa para elaborar cerveza en España.


Las enzimas son proteínas cuya función es “facilitar” las reacciones químicas que tienen lugar en los seres vivos. Aunque dos compuestos tengan “tendencia” a reaccionar a menudo la reacción se llevaría a cabo de forma muy lenta de manera espontánea. Las enzimas intervienen facilitando el “encuentro” de las moléculas reaccionantes de forma que espacialmente se facilite el intercambio atómico en que consiste la reacción. La reacción requiere así de menos energía para que tenga lugar el “encuentro” de los reactivos. Esto provoca el aumento de la velocidad de reacción, la cual pasa de ser inapreciable en tiempos cortos a suceder casi instantáneamente. Acabada la reacción, la enzima está disponible para otra intervención. Técnicamente este mecanismo se denomina catálisis. Las enzimas son catalizadores biológicos.

Por ejemplo, el almidón que es un polímero de la glucosa reacciona con el agua descomponiéndose en sus unidades estructurales (hidrólisis), las moléculas de glucosa. Pero esto sucede a velocidades tan lentas que el resultado es inapreciable incluso tras días de evolución. Al añadir una enzima llamada a-amilasa la reacción sucede a una velocidad apreciable, tras una hora prácticamente el 80% del almidón habrá sido hidrolizado.

Las enzimas se clasifican según el tipo de reacción que catalizan. Las que “rompen” enlaces entre unidades formadoras de polímeros (moléculas formadas por otras moléculas unidas entre sí) suelen denominarse mediante una raíz que indica el tipo de polímero y el sufijo -asa. Por ejemplo una proteasa es una enzima que divide una proteína en sus aminoácidos constituyentes o grupos específicos de aminoácidos. Una amilasa es una enzima que divide la amilosa o la amilopectina en “trozos” más pequeños.

El compuesto al que se une la enzima para facilitar la reacción se denomina sustrato.



Esquema del proceso de hidrólisis del almidón que no pretende reflejar el mecanismo de reacción, sólo visualizar cómo la "adicción" de agua al enlace (llamado glicosídico) entre dos moléculas de glucosa supone la ruptura del mismo.

Idealización esquemática de cómo la "cadena" de almidón (amilosa o amilopectina) se "fija" sobre la molécula de la enzima amilasa para facilitar la acción de la molécula de agua, reduciendo la energía necesaria para la reacción y provocando un aumento "vertiginoso" de la velocidad de la misma.

Amilasas “contra” el almidón

El objetivo de todo proceso técnico es obtener un producto con el mayor rendimiento posible dados unos parámetros de calidad. El concepto de rendimiento depende de la disciplina en que nos centremos, pero en procesos biotecnológicos y químicos nos referimos a la cantidad de producto obtenido por una determinada cantidad de materia prima. En nuestro caso lo deseable es conseguir en el mosto la mayor cantidad posible de carbohidratos fermentables por kilogramo de malta.  El proceso de malteado “libera” las enzimas que descompondrán el almidón, inutilizable por la levadura, en carbohidratos simples como la glucosa. Debido a que, de las enzimas naturales de la cebada, la alfa amilasa es bastante inestable frente al calor, parte de ella se volverá inactiva, dando una fermentabilidad máxima inferior al 70%. La adición de alfa amilasas resistentes a la temperatura aumentará el rendimiento. Las enzimas más utilizadas son amilasas de origen bacteriano o fúngico 3. Se utilizan dos tipos de amilasas, la alfa y la beta. La alfa-amilasa se fija a la “macromolécula” de amilosa o a la de amilopectina facilitando la hidrólisis en cualquier punto de la “cadena”. Por tanto el resultado será una cadena cuyo número de eslabones (glucosa) dependerá del punto en el que se hubiera fijado. Si el “trozo liberado” es relativamente largo se denomina dextrina. Las moléculas de dos unidades de glucosa se llaman maltosa, las de tres maltotriosa. La beta-amilasa sólo puede unirse a las terminaciones de una cadena o polímero por el lado en el que un átomo de oxígeno unido a otro de hidrógeno (hidroxilo) queda libre, representado por un círculo en el esquema de abajo, llamado “reducing end” o terminación reductora, debido a su capacidad de reaccionar con un reactivo específico de los glúcidos, el reactivo de Tollen. El resultado es siempre una molécula de maltosa 4.

Representación esquemática de cómo actúan la alfa y la beta amilasa.

 
La acción enzimática depende de la concentración de enzima y sustrato, de la temperatura y del pH. Cada enzima tiene un “rendimiento” óptimo a una temperatura y un pH determinados, pudiendo incluso “desactivarse” en condiciones alejadas de su punto óptimo.

Enzima
Acción
Tª óptima ºC
pH óptimo
Alfa amilasa
Hidrólisis del almidón
67
5.2
Beta amilasa
Hidrólisis de pares de glúcidos
62
5.5
Proteasas
Hidrólisis de proteínas
52(mayoría)
5.5
Beta glucanasa
Rompe la pared celular vegetal, reduce la viscosidad
56
6.0
Fuente: Tim O’Rourke. The Role of Enzymes in Brewing. Volume 2. Technical Summary 9.  2002. The BREWER International



El poder diastático (DP, Diastatic Power)

En la entrada anterior hablábamos de la diastasa que hoy en día sabemos que es una mezcla de enzimas. A la actividad o rendimiento de la acción de las amilasas alfa y beta liberadas por una determinada cantidad de malta en unas condiciones (pH, concentración y temperatura) se le llama en cervecería “poder diastático” y es una propiedad que se atribuye a la malta. La European Brewery Convention (EBC) define el protocolo para determinar esta propiedad (DP) y se mide en unidades o grados Windisch-Kolbach (ºW-K), en EE.UU. la American Society of Brewing Chemists (ASBC) define un protocolo diferente, debido básicamente a su distinto sistema métrico y se mide en unidades o grados Lintner (º L, no confundir con los grados Lovibond de color). El británico Institute of Brewing* también define su propio método y unidades, los grados IoB (ºIoB).


DE\ A
ºLintner
ºWK
ºIoB
ºLintner

ºLin·3.5-16
ºLin·3.5/3.85
ºWK
(ºWK+16)/3.5

(ºWK+16)/3.85
ºIoB
ºIoB·3.85/3.5
ºIoB·3.85-16



El poder distático es la capacidad de una malta de convertir el almidón en azúcares fermentables en unas condiciones prefijadas por acción de todas las enzimas activas en dicha conversión. Cuando interesa cuantificar específicamente la actividad de la alfa amilasa entonces se habla de unidades de dextrinificación (DU, dextrinizing units).

Steven E. Ullrich. Barley: Production, Improvement, and Uses. Blackwell Publishing, 2011

* El Institue of Brewing and Distilling (IBD) es el resultado de la unión del Institute of Brewing (IoB) y el International Brewers Guild (IBG) en los inicios del siglo XXI, por tanto muchas referencias anteriores a este hecho siguen utilizando el acrónimo IoB.


Enzimas “contra” otras grandes moléculas. Beta glucanasas y xilanasas.

Un problema habitual en el proceso industrial cervecero es debido a la excesiva viscosidad del mosto. Ésta es muy variable en función de la naturaleza de los productos utilizados y si es demasiado elevada se producen problemas en el filtrado. La adición de beta-glucanasa y xilanasa mejoran esta parte del proceso.

Las células de los vegetales están recubiertas por una capa denominada “pared celular”. Ésta es una estructura más rígida que la membrana celular, cuya composición depende del tejido que consideremos. En la semilla de cebada tenemos varios tejidos, siendo el más importante (porque persiste en el mosto) el endospermo, conjunto de células que contienen los gránulos de almidón. Simplificando mucho podríamos decir que la pared del endospermo se compone fundamentalmente de un polímero de la glucosa, el beta-glucano (75%) y un polímero de la xilanosa, el heteroxilano (20%), el resto son proteínas y otros componentes menores. La persistencia en el mosto de estas largas cadenas de beta glucano y de xilano, así como proteínas de “gran tamaño” causan una viscosidad muy alta, lo cual dificulta los procesos de filtración requeridos en la producción. Durante el malteado también se han activado las enzimas que descomponen estas moléculas, pero en función de diversos factores la actividad de tales enzimas puede no ser suficiente para “fraccionar” adecuadamente los polímeros. La adición de beta-glucanasa, xilanasa y proteasas se hace entonces conveniente 5.


Dibujo simplificado de la membrana y la pared celular de una célula del endospermo de la semilla de cebada.


Enzima
Etapa de adición
Función
Beta-glucanasa
Macerado
Degradación del beta-glucano
Xilanosa
Macerado
Degradación xilano - heteroxilano
Proteasas
Macerado
Degradación proteínas a aminoácidos
Amilasas
Macerado
Aumento de carbohidratos fermentables
Glucoamilasas
Macerado
Aumento de carbohidratos fermentables
Acetolactato decarboxilasa
Fermentación
Aceleración de maduración, pervención diacetilo
Papaína
Antes de envasado
Eliminación polipéptidos evitando turbidez
Prolil endopeptidasa
Antes de envasado
Eliminación polipéptidos evitando turbidez
Glucosa oxidasa + catalasa
Antes de envasado
Antioxidante
Fuente: Michael J. Lewis, Charles W. Bamforth. Enzymes. Chap. 10. En: Essays in Brewing Science. Springer, 2006.


Otros coadyuvantes de proceso o tecnológicos

Además de las enzimas, se utilizan en cervecería los llamados activadores de fermentación, son compuestos que proporcionan a las levaduras nutrientes tales como minerales y vitaminas  fundamentalmente. Las sustancias nitrogenadas en combinación con la vitamina B1 potencian la actividad de la levadura de manera que se impide la formación de un componente no deseado en cervecería, el diacetilo, en virtud de las condiciones mejoradas de fermentación 6.

Entre los coadyuvantes de proceso, cabe mencionar los compuestos clarificantes, primordialmente “secuestrantes” de proteinas o de polifenoles. Entre éstos encontramos los taninos que favorecen la precipitación de proteínas y son antioxidantes, pero deben ser eliminados del medio antes de envasar. También los coadyuvantes de filtración, fibras como algodón o celulosa con cargas electrostáticas que favorecen la retención de partículas en la filtración. SiO2 amorfo, también llamado perlita cuando es de origen volcánico. La tierra de diatomeas o kieselghur, es en realidad un tamiz formado por esqueletos de un tipo de alga llamada diatomea, que se utiliza como microfiltrante 7.


Fuente: https://diatomaceousearthonline.com.au/what-is-diatomaceous-earth/

Aditivos

El otro gran grupo de sustancias coadyuvantes es el de las que se utilizan para potenciar alguna característica de la cerveza o facilitar su conservación. Estos aditivos, siempre deben cumplir la normativa de seguridad alimentaria, que establece los límites máximos de concentración admisibles. Fundamentalmente serán antioxidantes como el “sulfito sódico”, colorantes como el “color caramelo IV”, estabilizadores de espuma como el “éster de glicerina de colofonia de madera”, clarificantes o antiaglutinantes como el “polidimetilsiloxano” y aromas 8. El colrante “caramelo”, es un aditivo alimentario codificado como E150. En realidad es un conjunto de cuatro aditivos, codificados como E150a, E150b, E150c y E150d. Corresponden a los llamados respectivamente Caramelo clase I, II, III y IV. Son mezclas de azúcares tostados en presencia de ciertos compuestos como hidróxidos alcalinos, amoniaco o sulfuros 9.

E150a Caramelo alcalino, Caramelo clase I
E150b Caramelo alcalino-sulfuroso, Caramelo clase II
E150c Caramelo amoniacal, Caramelo clase III
E150d Caramelo sulfuroso-amoniacal, Caramelo clase IV

El anhídrido sulfuroso E-220 es un conservante de efecto antioxidante, puede añadirse como gas o generarse en el medio ligeramente ácido de la cerveza a partir de sulfitos. El ácido ascórbico E-330 y su sal sódica E-331 son también antioxidantes. El ácido ascórbico no es más que la vitamina C. El poder antioxidante de todos estos compuestos se debe a su facilidad de oxidación. Puede parecer paradójico, pero al oxidarse fácilmente consumen el agente potencialmente nocivo para el producto al que se aplican.

Los estabilizantes, alginato de propilenglicol E-405, carragenatos E-407 y la goma arábiga E-414, son estabilizadores de la espuma.

Recientemente se ha autorizado la utilización de polidextrosa como aditivo (E-1200). La polidextrosa es un polímero de la dextrosa (glucosa) que da cuerpo y gusto agradable a las cervezas de bajo contenido calórico sin aumentar apenas éste. Se conoce también como fibra dietética, ya que no es digerible por el ser humano. No tiene límite máximo y su utilización queda sujeta a las Buenas Prácticas de Fabricación 10 .

Finalmente cabe decir que la legislación española no obliga a declarar los ingredientes en el etiquetado de la cerveza, excepto para aquellas con grado alcohólico igual o inferior al 1,2% en volumen.







Imágenes

Diatomeas:

Resto de gráficos: Miguel Juanco bajo licencia Creative Commons para uso no comercial.

Bibliografía

Michael J. Lewis, Charles W. Bamforth. Enzymes. Chap. 10. En: Essays in Brewing Science. Springer, 2006.

Referencias

1. Boletín Oficial del Estado. Real Decreto 4/2004, de 9 de enero, por el que se modifica la Reglamentación técnico-sanitaria de los aromas que se utilizan en los productos alimenticios y de los materiales de base para su producción, aprobada por el Real Decreto 1477/1990, de 2 de noviembre.

2. Diario Oficial de la Unión Europea. Reglamento (CE) Nº 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 16 de diciembre de 2008, sobre aditivos alimentarios. L 354/16-33. 31.12.2008.

3. Guía de enzimas para la elaboración de cerveza de Danisco. Danisco A/S. Folleto promocional.

4. Tim O’Rourke. The Role of Enzymes in Brewing. The BREWER International .Volume 2. Technical Summary 9.  2002.

5. Página web del Regional Institute de Australia: http://www.regional.org.au/au/cereals/2/12stone.htm

6. Página web del grupo biotecnológico AEB:

7. Programa Conjunto FAO/OMS Sobre Normas Alimentarias. Comité Del Codex Sobre Aditivos Alimentarios. 44a reunión. Hangzhou, China, 12 – 16 de marzo de 2012. Inventario De Sustancias Utilizadas Como Coadyuvantes de Elaboración (Ice), Lista Actualizada (Documento Informativo). FA/44/ INF/03.

8. Codex Alimentarius.Requisitos generales. FAO.1999.

9. Página web de la iniciativa Food-Info de la universidad holandesa Wageningen University http://www.food-info.net/es/e/e150.htm

10. Reglamento (UE) nº 470/2012 de la Comisión, de 4 de junio de 2012, por el que se modifica el anexo II del Reglamento (CE) nº 1333/2008 del Parlamento Europeo y del Consejo en lo relativo a la utilización de la polidextrosa (E 1200) en la cerveza. «DOUE» núm. 144, de 5 de junio de 2012, páginas 16 a 18.
 (Sí, como dijo un célebre político español, tras leer el título de una ley sometida a aprobación por Las Cortes Generales, “manda huevos...”)