Carlos
V y Felipe II [S.XVI]
Como
vimos en la entrada anterior en España se mantuvo un uso de la cerveza después
de la dominación romana. La cerveza persiste en el norte peninsular como bebida
popular, incluso tras la introducción de las viñas, que en esta zona no
producirían en la época grandes vinos. En el resto de la península, tendría una
distribución irregular, considerada en algunos casos como una bebida
reconstituyente. Pierde desde luego su función ritual y permanece ligada más
bien a su utilidad alimentaria básica y medicinal y no al puro disfrute
gastronómico.
Carlos V se hacía traer la cerveza de la ciudad de Malinas
En
todo caso hasta la llegada de Carlos V, en 1517, no debió existir ningún centro
de producción, entendido como un local donde se fabricara y distribuyera, a
imagen del resto de Europa, donde los monasterios eran verdaderas factorías
cerveceras. El emperador, recién llegado a la península, siendo un gran
aficionado a esta bebida a pesar de su juventud, ya que contaba con 17 años, se
hacía traer la cerveza de los territorios de Flandes 1. Concretamente de Malinas (Mechelen), ciudad próxima a
Bruselas en la que residió, ya que fue la capital de los Países Bajos. De
hecho, hay en la ciudad una fábrica, Het Anker, que produce, además de seis cervezas etiquetadas como Gouden
Carolus, dos cervezas etiquetadas como Cuvée van der Keizer (Reserva del
Emperador), en recuerdo de tal hecho. Cada año el 24 de Febrero, en conmemoración del nacimiento
de Carlos V, se elabora esta cerveza especial en edición limitada 2.
Ésta es una cerveza
heredera de la que dio renombre a la ciudad de Malinas, de ella se surtía la
nobleza e incluso el propio emperador como hemos dicho. Más adelante Carlos V
hizo venir a dos maestros cerveceros de Flandes para que la elaboraran en la
corte. En el Libro de alcaldes de 1624 se puede leer en la solicitud de Miquel
Pascual, para incrementar el precio de venta de la cerveza, que presenta a
través de la Compañía de Archeros de Corpus de S.M., “La Compañía de los Archeros de Corpus de S. M., en nombre de Miguel Pascual, cervecero, dice que ha
ochenta y nueve años que mandó el Emperador que viniesen de Flandes
hombres del oficio dicho, para que usasen de él” 3. Lo que situaría la llegada de los primeros cerveceros
flamencos en 1535.
Fábrica Het Anker |
El emperador mandó venir a dos cerveceros de Flandes
Existen varias copias de un documento llamado “Relación
de Sigorney” cuyo título completo es “Estriquete
y relasion de la orden de servir q. se tenia en la Casa del Emperador don
Carlos nro señor el anno 1545. La mesma se guarda ahora en la Casa
del Rey nro Señor.” En ésta aparece el oficio de cervecero dentro de los
oficios “de la cava” a su vez integrados en el grupo de “mayordomos, gentiles hombres y
oficiales” 4.
Son dos los cerveceros que aparecen en
esta relación. 5
|
Tal
era la afición del emperador por la espumosa bebida que al retirarse al
monasterio de Yuste mandó a uno de los maestros flamencos instalar allí una
fábrica de cerveza 6.
Existe cierta disparidad entre los autores que citan el nombre de este
cervecero. Aparte de la cuando menos curiosa costumbre española de traducir los
nombres propios, la principal divergencia se produce en el apellido.
Encontramos los siguientes nombres, Vander Duysen, Vander Trehen, Vander Hesen.
Sin duda la confusión procede de la interpretación de las fuentes originales.
Gachard en su libro de 1858 “Retraite et mort de Charles-Quint au monastère de
Yuste” cita el nombre del cervecero a partir de la copia del original que el
archivero de Simancas envía al autor, de la lista de gratificaciones que el
emperador anexa a su codicilo, y la encontrada en las habitaciones de Carlos V
en junio de 1556. Gachard elabora una lista de los sirvientes del emperador a
su muerte. En ésta aparece “Henri Vander Duysen brasseur” 7. Dolores Maria Mármol Marín en una transcripción del
inventario de bienes a la muerte del emperador escribe “Çerbeçero Enrrique ban
Detregen” 30. Prudencio de Sandoval a partir del testamento
del emperador transcribe “A Henrique Bander Hesen que haze la cerveça….” 8.
Pues bien si acudimos al codicilo que acompaña el testamento de Carlos V, que
puede consultarse en el archivo digitalizado del Archivo General de Simancas,
encontramos sin ningún género de dudas “A enrrique Wanderdehesen” 9.
Habida cuenta de que la transcripción de otras fuentes evita la cacofonía “Der-de”
actualizaríamos el nombre como Enrique Van der Hesen o más correctamente como
Erik Van der Hesen.
Al retirarse a Yuste, Carlos V, mandó instalar una factoría de cerveza
Dejando
de lado la dificultad que entraña descifrar la caligrafía de los documentos
originales, lo fundamental es que tal
era el gusto del emperador por la abundante comida y bebida, especialmente la
cerveza, que haría instalar un fábrica (taller más bien) de su bebida favorita
en el monasterio de Yuste. La cerveza, para desesperación de su médico, la
consumía enfriada con nieve 10, costumbre esta de beber enfriando con nieve que ya existía en
las cortes españolas precedentes.
La nobleza consumía cerveza
Hay
que decir que dada la tradición cervecera que ya existía en los países del
centro y norte de Europa, la elaboración de esta bebida se produce con unos
relativos criterios de calidad. Pero lo más importante, se elabora con lúpulo.
Incluso antes de la llegada de los citados cerveceros, consta que así era.
Probablemente la receta de su elaboración llegó antes que los propios maestros.
En una carta dirigida a Enrique VIII rey de Inglaterra, por un médico inglés
que formaba parte de la representación diplomática en la corte de Carlos V,
donde relata la enfermedad y muerte de su embajador Richard Wingfields, cita
que éste, estando enfermo acudió a un banquete dado por el obispo de Ávila en
Toledo, donde “comió melones y bebió vino
sin agua, y después bebió cerveza que es hecha aquí muy amarga por el lúpulo,
para ser preservada de la mejor manera posible contra el intolerable calor de
este país”. La carta es del 27 de julio de 1525 11. La
fecha de la carta indica que el consumo de cerveza entre la nobleza se ha
extendido y es años anterior a la llegada de los cerveceros de Flandes.
Libro de Lobera 1530 |
En
definitiva, podemos establecer que Carlos V además de importar cerveza desde
los Países Bajos la haría producir aquí según la tradición alemana.
Posteriormente, para conseguir la calidad a la que estaba acostumbrado y para
evitar tener que recurrir a la importación, traería algunos maestros cerveceros
desde Flandes. Seguramente los nobles castellanos por imitación de la costumbre
del emperador de beber cerveza, la introducirían en sus banquetes. Parece
ser que ya en época de Carlos V además de la familia real los principales
consumidores eran los extranjeros que acudían a la corte y las guardias reales,
la Guardia Tudesca o Alemana y la Guardia de Archeros del rey. Éstos eran
buenos degustadores de cerveza a juzgar por la demanda que este cuerpo hiciera
en 1610 para cuidar de su calidad y por
el escrito de Miquel Pascual de 1610 en el que dice “las guardas de los
archeros y alemana de V.A. han acostumbrado y acostumbran beber cerveza, por
ser cosa tan saludable a su propósito” 13.
Un sevillano instala una fábrica de cerveza en México en el S. XVI
Puerto de Sevilla en el S. XVI |
A Felipe II no le gustaba la cerveza pero a los extranjeros de la corte sí
Felipe II |
Si
bien entre los extranjeros de la corte, incluida la Guardia de Corps, la
cerveza es una bebida imprescindible, entre los españoles sigue sin ser una
bebida muy popular, pues en la traducción del Dioscórides de 1555 por Andrés de
Laguna, leemos en sus anotaciones “Tiene
la cerveza una cosa, que la primera vez que se bebe, es muy horrible y amarga,
empero acostumbrándose a ella el hombre, no querría beber otra cosa” 20.
Referencias.
1. Kathleen
V. Kish. Celestina en Amberes en el Siglo
XVI. En: Actas del IX Congreso de la
Asociación Internacional de Hispanistas: 18-23 agosto 1986 International
Association of Hispanists. Sebastián Neumaister, ed. Vervuert Verlag, 1989. p.
530
2. Página web de Het Anker. www.hetanker.be
3. Miguel Herrero García. La vida española del siglo XVII. Tomo I: Las bebidas. Gráfica universal, 1933. p. 218.
4.
Elena Varela Merino. Los
galicismos en el español de los siglos XVI y XVII, Volumen 1. Anejos de la
revista de filología española. CSIC, 2009. p. 161.
5.
Enrique Martínez Ruiz. Madrid,
Felipe II y las ciudades de la monarquía. Vol. III. Actas, 2000
6.
Prudencio Sandoval. Historia de la
Vida y Hechos de Emperador Carlos V. Segunda
Parte. 1681. p. 664
7.
M. Gachard. Retraite et mort de
Charles-Quint au monastère de Yuste. Tomo I.
8.
Dolores María Mármol Marín. Inventario De Los Bienes Muebles Que
Quedaron De Carlos V En Yuste. En: Cuadernos de arte e iconografía, Tomo 10.
Nº 19. 2001. pp. 3-58.
9. Archivo General de Simancas: PTR,LEG,29,DOC.11
10. Justo
Pedro Hernández González. La Literatura
médica sobre el beber frío en la Europa del siglo XVI. Una polémica
renacentista. Cita a Luis de Toro, en su manuscrito “Discurso o
consyderaciones sobre la materia de enfriar la bebida, en que se tracta de las
differentias de enfriar y del uso y propiedad de cada una: año del Señor de
1569”. «Porque la majestad Cesárea de gloriosa memoria el Emperador y rey
nuestro Carlos V, que por santísimas virtudes y heroicas hazañas y defensión de
la Santa Fe Católica, está gozando de Dios, bevía frío con nieve, no solamente
vino y agua, pero también cerveza, según que refieren muchos que le conocieron
y escriben algunos autores. Y ni más ni menos hoy aunque con mucha moderación,
según soy informado, usa la católica majestad del Rey Filipo, su hijo y señor
nuestro, a quien Dios por su bondad nos guarde largos años, el enfriar con
nieve. Y lo usaba tambén el príncipe don Carlos, hijo suyo, que Diostiene en el
cielo, y ni más ni menos lo acostumbran todos los príncipes y grandes y señores
y caballeros y hombres buenos de España»
11.
H.Ellis. Letter CXXXIV. Dr Samson. En: Original letters illustrative of english
history, 3rd Series, vol. II. p.21. London 1846. Notes and queries. Oxford
Journals.2nd. Series. Vol.2nd.July-December
1856. London 1856]
12. Luis
Lobera de Ávila. Vanquete de nobles
caballeros e modo de vivir…1530.
13. AHN. Consejos. L 1200. f. 596. Año 1610. y A.H.N. Consejos. L. 1205. f. 75. año 1619. Transcritos
en: Miguel Herrero-García. La vida
española en el siglo XVII. Tomo I. Las bebidas. Gráfica Universal, 1933.
14. Albert
Girard y Antonio García-Baquero González. El
comercio francés en Sevilla y Cádiz en tiempo de los Habsburgo. Editorial Renacimiento. Sevilla, 2006.
15. Jean
Pierre Berthe. Estudios de historia de la
Nueva España : de Sevilla a Manila. Universidad de Guadalajara. Centro de
estudios Mexicanos y Centroamericanos, 1994.
16. Joseph
Pérez. Historia de España. Editorial
Crítica, 2000. p. 174.
17. Archivo
General de Simancas/Consejo Real AGS/CR leg 78, “Sumario de despensa” para
1551. citado en Henry Kamen Felipe de
España. Siglo Veintiuno de España Editores, X ed. 1998. p. 11.
18. Enrique Martínez Ruiz. Madrid, Felipe II y las ciudades de la
monarquía. Vol. II. Actas, 2000.
19. Xavier García Barber. La cerveza
en España. Orígenes e
implantación de la industria cervecera.
20. Pedacio
Dioscórides Anazarbeo. Acerca de la
materia medicinal y de los venenos mortíferos. Traducido y anotado por el
doctor Andrés Laguna. Salamanca, 1563
Imágenes:
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